Arthur, el perro mestizo ecuatoriano que adoptó a un Sueco

Mañana se estrena en las salas del Ecuador, la película Arthur the King, traducida al español como Arthur: Una amistad sin límites un film de aventura y drama basado en la experiencia de un grupo de deportistas extremos que allá por el 2014 competían en la carrera de aventura Huairasinchi, donde entablaron la amistad con un singular perro de los muchos que recorren las calles y pueblos de nuestro país.

Particularmente, las historias de perros siempre me resultan conmovedoras al punto de las lágrimas y supongo ver la película resultará en una experiencia similar, sobre todo si tiene si mezcla el sentido de aventura de Togo y la emotividad de Hachiko.

El trailer nos muestra: la aventura, el vínculo afectivo entre perro y humano, y exóticos paisajes, que personalmente esperaba sean los de la nación de Arthur, un país diverso, con una naturaleza exuberante. Sin embargo, la producción prefirió rodar en República Dominicana y no en Ecuador.

Antes de ir a verla, me nacen algunas inquietudes y respuestas que quiero compartirlas:

¿Por qué en la mayoría de comentarios insisten en que Arthur, era un mestizo de Pastor Marema?

Sin conocer la estructura física y sobre todo mental de un perro es muy difícil definir su mezcla con alguna raza en específico, porque entonces suponer un noble origen cuando con toda seguridad reconocemos que provenía del perro más interesante de todos: el perro mestizo.

Según las investigaciones de Lorna y Raymond Coopinger, el perro mestizo: promedio de 12kg, talla mediana, pelo hirsuto y marrón. Es de alguna forma el perro prototipo de donde surgieron todas las razas incluidos los pastores y no al revés como común mente se supone. No es que una mezcla de razas produce un mestizo, sino más bien el mestizo origino las razas de perros. En este sentido me siento orgullo de Arthur como un perro mestizo y además ecuatoriano.

¿Por qué filmaron en República Dominicana y no en Ecuador?

Se sabe por medio de una entrevista que Primicias hace a Gabriel Carrión represéntate de la marca “Arthur” en Ecuador que la decisión de filmar recaía en el equipo de producción y que por razones de seguridad prefirieron llevar a cabo el proyecto en República Dominicana.

Luego de leer la noticia me quedan sentimientos de decepción y un pensamiento que al escuchar al ecuatoriano promedio me resuena: “un país tan bello, pero con tantos problemas”, o también y quizá más radical: “tontos sentados en el oro”

Decepciona saber que Ecuador tiene una oportunidad más para salir en salas de cine y despertar el interés social que puede traducirse en un aumento del turismo y ahora se traduce en una pregunta que investigada conlleva una respuesta negativa y la definitiva negativa de conocer nuestros bellos paisajes a causa de la inseguridad que nos hunde.

ciudades como Quito, encabezan un cambio en la forma de abordar el problema de la fauna urbana

¿Pensará el político de turno, en estas cosas que nos hunden de poco en la miseria? Y no solo me refiero a la relación directa con la economía sino sobre todo con el desarrollo cultura de nuestro país. En este contexto espero no ver en el cine, la forma poco empática con que se tratan a los perros en este lado del mundo.

Para alegrarme deberé decir que afortunadamente el camino al bienestar animal es un asunto bastante avanzado en materia legal en nuestro país y que ciudades como Quito, encabezan un cambio en la forma de abordar el problema de la fauna urbana, espero pronto estos esfuerzos rebasen la frontera del distrito metropolitano y llegan a las zonas más alejadas del país. Donde fauna y personas son olvidadas.

Los animo a que vayan al cine y disfruten de esta película, sin duda estaré ahí para el estreno y compartiré mis reflexiones con ustedes.