Mi relación con el Parque Metropolitano Guangüiltagua, o «el metro» como lo llamamos cariñosamente, se remonta a mi infancia. Para mí, la palabra es sinónimo de montar en bicicleta de montaña por terraplenes, toboganes y saltos en medio de un bosque de eucaliptos. Sin embargo, ahora disfruto de la socialización familiar en el mismo lugar, sin la adrenalina de una bicicleta. Llevo mi bici, es cierto, pero con el objetivo de evaluar cómo mis perros siguen las ruedas.
La Práctica Hace al Maestro
El metro es el lugar ideal para iniciarse en los deportes de aventura y entrenarlos, gracias a su proximidad con el entorno urbano de Quito. Es común ver personas con mapas desarrollando su localización, corredores de trail running y personas con y sin mascotas caminando por el bosque. Aquí entrenamos a nuestros perros en localización, rastreo, obediencia y socialización. Usualmente lo hacemos a pie, pero en esta ocasión lo probé sobre la bicicleta.
Junto a la Bicicleta o Bikejoring
Existen varios métodos para llevar a tu perro mientras montas en bicicleta. Dejando a un lado el equipo de transporte, el perro puede ir suelto o atado.
El Perro Suelto
Es fácil entender cómo iría un perro suelto, pero hay que tener en cuenta algunos puntos importantes para hacerlo correctamente:
- Que la legislación local lo permita.
- Que el perro obedezca a distancia.
- Que se haya trabajado el vínculo y el rastro del perro.
- Adecuar nuestra velocidad a la del perro, especialmente en las bajadas.
El Perro Atado
Para llevar a tu perro atado a la bicicleta deberías:
- Tenerlo con una traílla larga para evitar golpearlo con las ruedas; una traílla de 3 metros con una sección elástica sería la adecuada.
- Colocar el arnés correcto. Conoce sobre nuestro arnés de tiro y por qué deberías usarlo.
- Amarrarlo en la parte correcta de la bicicleta. El mejor lugar es el codo de la bicicleta, en la unión del volante con la suspensión. Así tendrás una carga central ante los movimientos. Con la ayuda de brazos metálicos, se puede colocar desde el poste del sillín.
- Nunca lleves a tu perro a un lado del volante, ya que la fuerza generada por el perro no está compensada y puede haber consecuencias dolorosas en lugares donde la atención y los reflejos son primordiales.
El arte de llevar al perro atado en la parte delantera de la bici y que el perro tire de la bicicleta se llama bikejoring. Es un deporte que forma parte de los deportes de tiro o joring, con una tradición nórdica vinculada a Huskies, Malamutes y Samoyedos. Actualmente, este deporte ha calado muy bien en perros pastores, bullies y cualquier perro con gran energía.
Mi Experiencia
Mi viaje en bicicleta combina ambas experiencias. Aunque prefiero mi libertad y la de mis perros, hay ocasiones en que los llevo atados, especialmente al empezar y terminar el camino. Así evito incidentes en lugares de alto tráfico de autos y personas, como los parqueaderos. Es importante hidratar paulatinamente y en pequeñas dosis a los perros, y esperarlos si es necesario. Recordemos que el perro, a diferencia de nosotros, es menos eficiente regulando el calor de su cuerpo. Además, la naturaleza le ha beneficiado al no experimentar el dolor muscular producto de la presencia de ácido láctico.
Jonathan Melo y Gabriela Santacruz son una pareja de profesionales que han dedicado su vida a la investigación, práctica y divulgación del bienestar animal en Ecuador. En su juventud, formaron parte del voluntariado de Protección Animal Ecuador y han participado en proyectos de conservación, como el Proyecto Washu.
En el ámbito académico, su formación se enfoca en la comunicación social y la terapia física, lo que les ha llevado a interesarse especialmente en el adiestramiento canino orientado a las terapias asistidas con animales. Se han formado con la Fundación Bocalán España.
Su formación y práctica también incluyen el adiestramiento de animales con clicker training y técnicas de búsqueda y defensa en canes. Además, han creado Urkupet, la primera tienda enfocada en el bienestar animal en Ecuador, y desarrollan proyectos que combinan la experiencia de aventuras, el poder sanador de la naturaleza y la conexión con las mascotas, promoviendo así el turismo pet-friendly.
